Con el nombre de "La Fragata", se conoce a la
primera Ermita del Beato Charles de Foucauld en Tamanrasset (Argelia).
"...El interior de la casa, 6 metros de largo y 1,75 metros, y
se divide en dos partes iguales, una para la capilla, la sacristía de la otra.... ", escribió en su libro 19 de
agosto 1905.
La Fragata
Al lado, separado del resto de
la sala por una cortina, estaba el espacio reservado para la capilla. "Se
trata de algo un poco extraño para nuestras costumbres, pero es muy conveniente
", dijo el ermitaño.
La Fragata
"Junto a Paul Embarek y a algunos esclavos negros de
los Tuareg (que no podían creer recibir por primera vez pago por sus
servicios), comenzamos a construir la capilla, una casa de piedra, que sirve
como iglesia y sacristía, y una choza de paja sirve como dormitorio, refectorio,
cocina, salón, cuarto de huéspedes, etc ...
El interior de la casa, 6 metros de largo y 1,75 metros, y
se divide en dos partes iguales, una para la capilla, la sacristía de la otra
", escribió en su libro 19 de
agosto 1905.
No se podía mover en la habitación llamada " fragata”,
por lo estrecho del pasillo, no sin dificultad se podía uno movilizar en otros
lugares de la misma dependencia."… Se trataba de una sola pieza, tipo rectangular, tipo
manguera de unos quince metros de largo y dos de ancho, que sirvió como
dormitorio, comedor, ebanistería, biblioteca, almacén de alimentos y, de vez en
cuando, un cuarto donde el francés e incluso los Tuareg que temporalmente
pasaban por allí depositaban su escaso equipaje.
En este corredor, sobre una estera, el Padre se extendía por
la noche para pasar unas pocas horas de sueño y no fue hasta varios años más
tarde, después de una enfermedad muy grave, que el Comandante Laperrine le
obligó a tumbarse en una camilla. Pero no estoy muy seguro que el Padre de
Foucauld utilizó este accesorio que le envió su amigo.. "
La capilla
“La capilla era de una pequeñez inimaginable. A lo sumo tres o cuatro personas podían estar de pie en su interior, todos los demás que asistían a la misa debían hacerlo desde el oratorio - sacristía, fue construida a una escala liliputiense: el altar; una simple mesa de madera blanca con placas de cajas de alimentos, el tabernáculo del cáliz y las tablas de la cruz finamente dibujado por el mismo Padre.
Sólo el Cristo, (un sagrado corazón con los brazos abiertos) dibujado también por el ermitaño en un lienzo blanco, tenía proporciones casi normales y presidía el recinto, sobre el altar en que los cristianos golpeados y preocupados que pasan por Tamanrasset venían a rezar ante la imagen del Salvador, en este contexto de Iglesia primitiva...."
La Misa
Altar y Sagrado Corazón pintado por el Hto. Carlos de Jesús.
Todos los que pasaban por el Sahara francés, se hacían un
momento para asistir a la misa del Padre de Foucauld; cualesquiera fueran sus creencias religiosas.
“…Recuerdo la emoción indescriptible que se apoderaba de todos los creyentes, escépticos e
indiferentes ante la presencia del sacerdote que aparecía todo vestido de
blanco con una casulla de seda con un corazón bordado y coronado de espinas,
nos despertaba los recuerdos de nuestra
juventud, de nuestra iglesia de aldea en Francia.
Testimonio del
Comandante León Lehuraux
La capilla
“La capilla era de una pequeñez inimaginable. A lo sumo tres o cuatro personas podían estar de pie en su interior, todos los demás que asistían a la misa debían hacerlo desde el oratorio - sacristía, fue construida a una escala liliputiense: el altar; una simple mesa de madera blanca con placas de cajas de alimentos, el tabernáculo del cáliz y las tablas de la cruz finamente dibujado por el mismo Padre.
Sólo el Cristo, (un sagrado corazón con los brazos abiertos) dibujado también por el ermitaño en un lienzo blanco, tenía proporciones casi normales y presidía el recinto, sobre el altar en que los cristianos golpeados y preocupados que pasan por Tamanrasset venían a rezar ante la imagen del Salvador, en este contexto de Iglesia primitiva...."
La Misa
Altar y Sagrado Corazón pintado por el Hto. Carlos de Jesús.
Todos los que pasaban por el Sahara francés, se hacían un
momento para asistir a la misa del Padre de Foucauld; cualesquiera fueran sus creencias religiosas.
Fuente:El Marabut de Corazon Rojo
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