Al sur de Etiopía no hay carreteras ni otros rasgos de civilización. Las diferentes aldeas, desperdigadas en un vasto territorio, acogen a los Karos, una etnia que puebla las riberas orientales del Río Omo.
Sus ornamentos y pinturas corporales son sus rasgos más distintivos.
Viven básicamente de la agricultura y el pastoreo.
Celebran sus festividades cada año al terminar sus cosechas desplegando
un asombroso talento creativo.
Pasan largas horas preparándose para las danzas de cortejo y los ritos de iniciación, donde su principal proeza artística es la pintura corporal.
Pasan largas horas preparándose para las danzas de cortejo y los ritos de iniciación, donde su principal proeza artística es la pintura corporal.
Artistas innatos, los hombres cubren
sus cuerpos con una pasta blanca preparada con tiza y agua, y le agregan
diseños realizados con pinturas naturales de tonos negros u ocres.
Cada día, durante la breve temporada de festejos, regresan al río para
renovar la frescura de los dibujos de sus cuerpos pintados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario