domingo, 7 de febrero de 2016

Reino de Dahomey

El Reino de Dahomey fue un antiguo Estado africano que se distinguió por su ejército de amazonas y como centro de la trata de esclavos en el siglo XVIII. Situado al oeste del país yoruba, en la región costera de la actual República de Benín, Dahomey fue probablemente fundado en la primera mitad del siglo XVII y estuvo originalmente sometido al Reino de Allada, de quien solo logró independizarse hacia 1715.

Posteriormente, sus soberanos lanzarán varias guerras de conquista contra sus vecinos y conseguirán ampliar notablemente sus dominios. Así, hacia mediados del siglo XVIII, el territorio de Dahomey se extendía, sobre la costa, desde la llamada “Boca del Rey” (al este de Grand-Popo) hasta el lago Denham y el grao de Kotonou (Cotonou), y en el interior, entre el río Cuffo (Kouffo), al oeste, y el río Weme (Ouémé) al este; al norte, el reino estaba limitado por una frontera mal determinada con el territorio de los mahi.


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 Bandera de 1889 probablemente



Los orígenes de Dahomey pueden ser trazados a partir de un grupo adjá (aja) del reino costero de Allada (Reino de Adra o de los Ardres, en las crónicas occidentales) que se desplazó hacia el norte y se estableció entre los pueblos fon del interior. Según la tradición , el rey Kokpon de Allada tuvo tres hijos: Meji, Té Agbanlin y Gangnihessou o Ganixësu. Después de una disputa sucesoria, el primero sucedió a su padre, mientras que Té Agbanlin partió hacia el sur, donde fundó Adjatché (Porto Novo), y Gangnihessou se dirigió al norte para establecerse en Abomey, núcleo del futuro reino de Dahomey.




 Amazonas de Dahomey armadas con sables y un primitivo fusil.




Origenes

El nombre de Dahomey, Abomey o Abomé hace referencia a un fuerte cuyo muro de cinta abarcaba un espacio que en fon se denomina agbomé, y que dio nombre a la ciudad de Abomey.

De acuerdo a la cronología de los reyes de Abomey, Aho sucedió a su padre Dakodonu, que anteriormente había suplantado a su hermano Gangnihessou. Después de numerosas batallas con los pueblos vecinos, el rey Aho (1645-1685) logró erigir un verdadero reino y, tras adoptar el nombre de Houegbadja o Wegbadcha, demostró ser un eficiente organizador, creador de una estructura política en la que era predominante el elemento militar. Entre otras cosas, determinó las funciones de los principales ministros (gbonugä), estableció una etiqueta en la corte y decretó las primeras reglas relativas a los funerales.


Sucesor de Houegbadja fue su hijo Houessou Akaba (1685-1708). Por haber alcanzado el poder muy tarde, adoptó, para recordar el hecho, la siguiente divisa, plena de filosofía: "Pese a su lentitud, el camaleón consigue llegar a la copa del bómbax". Con todo, dispuso del tiempo suficiente para lanzar vigorosos ataques contra los habitantes de la zona del río Wemé.


 Murió de viruela durante una de estas campañas, y su sucesor, Agadja o Agadcha (1708-1740), consiguió para Dahomey soberanía internacional, independizándose de Allada en 1715. Careciendo de suficientes efectivos masculinos, fue el creador de un cuerpo de tropas femeninas, las famosas amazonas, que debían ser vírgenes o al menos sometidas al celibato. 


Durante su reinado, Dahomey se extendió hasta la costa del golfo de Guinea, estableciento contacto directo con los europeos: en 1724 conquistó Allada y posteriormente el reino costero de Savi, que controlaba el importante puerto de Ouidah (Whydah). No obstante, fue derrotado por los yorubas de Oyo, que habían devastado Porto Novo, con los que tiene que pactar vasallaje y aceptar pagar un tributo anual compuesto por cierto número de esclavos (41 muchachos y 41 jovencitas), así como diversas mercancías.

El contacto con los comerciantes europeos dio a Agadja el sobrenombre de Hwito (“el que toma el camino de los barcos”). El máximo esplendor de la dinastía coincide con este reinado, entre otras razones por abrirse en el comercio con los europeos a través de la costa. Por otra parte, la organización política y social va tomando un carácter institucional. Los antepasados del rey eran objeto de culto religioso con sacrificios humanos. El Estado, centralista y totalitario, pasa a controlar minuciosamente la reproducción y el número de habitantes.





 
 Las amazonas del Reino de Dahomey fue uno de los ejércitos más temidos de África




La fuerza de la aparición de Dahomey no podía menos que inquietar a Oyo. Y desde este momento una terrible competencia va a oponer a ambas potencias, que aspiraban a controlar el principal tráfico de la costa, es decir, el comercio de esclavos. Además Oyo y Dahomey van a competir brutalmente con Ashanti, que había conseguido asegurarse ese mismo papel en el Oeste. Dahomey no se doblegará nunca del todo y proseguirá sus incursiones por toda la región entre el Volta y el Níger.


A mediados del siglo XVIII, el reino optó por basar su potencia únicamente en el tráfico de esclavos, erigido en monopolio real durante el reinado de Tegbessou (1740-1774). Pero, el país conocerá luego un largo periodo de depresión. El ejército, descuidado por un rey poco guerrero, no resolvió el problema del aprovisionamiento y la venta se resintió tanto a causa de la guerra de Independencia norteamericana como de la Revolución francesa. Además, el sistema comercial tradicional, basado en los fuertes europeos de la costa, también entró en decadencia.


El asesinato de Agonglo (1797) y la caída de Adandozan (1818) confirmaron la gravedad de la crisis. No obstante, la situación fue enérgicamente enderezada por Ghézo, que reinó durante cuarenta años (1818-1858) y se reveló como un gran estadista.


 Este monarca tuvo la habilidad de introducir varias innovaciones, entre las que destacó la producción y comercialización del aceite de palma. Durante su reinado la población del reino paso de un millón de personas al doble, producto de las grandes conquistas que logró.


Seguramente al percatarse que el nuevo producto podría significar un aumento de las ganancias, reforzando las obtenidas del comercio de esclavos, Ghezo comenzó a tomar medidas para alentar este nuevo comercio a partir de la década de 1840, declarando a la palma un árbol sagrado, y prohibiendo su corte.


Ghezo dio también un paso crucial en la transformación del kouzou, tipo de impuesto sobre la producción agrícola, introducido durante el reinado de Houegbadja, en un impuesto pagable en aceite de palma por todos los cultivadores y colectores de palma por un importante dignatario, el Tavisa. El rey también se asoció con un comerciante de Marsella, Louis Régis, que se estableció en 1843 en el antiguo fuerte francés de la costa y facilitó la entrada del aceite en el mercado metropolitano.


Todo esto originó una nueva prosperidad, que permitió al país liberarse de la tutela de Oyo y encontrar una alternativa al comercio negrero, combatido por la escuadra británica (bloqueo de 1851) y comprometido por las derrotas sufridas por las tropas de Dahomey contra los egba (vergonzosos fracasos de 1851 y de 1864 frente a Abeokuta).


Aunque con menos éxito, el rey Glélé (1858-1889) continuó con la misma política. Más belicoso y menos interesado por los problemas económicos, tuvo la mala suerte de gobernar en una época en que se acentuaba la presión de los comerciantes franceses, descontentos a causa de una fuerte presión impositiva y por la competencia, cada vez más dura, de los británicos.






 Arte y Religion

El arte dahomeyano es estrictamente cortesano y en los palacios de Ghezo y de Glelé, en Abomé, puede verse todavía uno de los museos históricos más ricos de África negra: bajorrelieves extraordinarios que son como páginas de historia; tronos montados sobre cráneos humanos, tapicerías, alfombras, tintes que exaltan los símbolos regios en un estilo poderoso, en medio de los cuales destaca, como una fuerza de la naturaleza, el búfalo que simboliza a Ghezo


Se conservan tradiciones de una riqueza no frecuente. Y en lo referente a la religión, existe la creencia de un alma inmortal. Por encima del universo se halla la pareja creadora Lisa-Mahu, que representaba, respectivamente, al Sol y la Luna. Por debajo de ellos, y como vectores para su acción terrena, existen dioses especializados en distintos campos, llamados vodun. Dahomey y el resto de la costa de Benín tienen la particularidad de ser los únicos lugares de África que poseen conventos en los que hombres y mujeres se consagran al culto de los diferentes dioses.




Reyes de Dahomey

  1. Gangnihessou (1600 – 1620)
  2. Dakodonou (1620-1645)
  3. Aho Houegbadja (1645-1685)
  4. Houessou Akaba (1685-1708)
  5. Agadja (1708-1740)
  6. Tegbessou (1740-1774)
  7. Kpengla (1774-1789)
  8. Agonglo (1789-1797)
  9. Adandozan (1797-1818)
  10. Ghézo (1818-1858)
  11. Glélé (1858-1889)
  12. Behanzin (1889-1894)
  13. Agoli-Agbo (1894-1900)



 Fuente: Wikipedia


http://planetaafrica2015.blogspot.com.ar/search/label/Reino%20de%20Dahomey

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